Durante la pandemia provocada por el SarsCov-2 se ha pasado más tiempo en los hogares. Se ha tenido que aprender a trabajar desde casa, estudiar desde casa y cambiar la rutina diaria a una mecánica específica en donde todas las actividades se lleven a cabo en un lugar.
De esta manera, estar en casa en los tiempos de trabajo, estudio y ocio han hecho que veamos sus virtudes y sus deficiencias. Hemos entendido mejor cada espacio provocando que el interiorismo se haga presente como uno de los mejores momentos de cambiar las necesidades, recrear lugares y facilitar los estilos de vida de muchos.
Esto provocó que el servicio de Interioristas y diseñadores aumente hasta el 70% a diferencia de otros años con el 20%. Su trabajo se volvió un indispensable durante el confinamiento y su experiencia junto a su talento para repensar zonas del hogar.
La mayor demanda que se han tenido en los nuevos hogares de esta realidad son estudios para trabajar desde casa y zonas para poder tomas clases.
Estas actividades se volvieron prioridades y el conocimiento de mejorar y dar un servicio de solucionadores se volvió el motor de crecimiento de los despachos. Los hogares tenían que dejar de ser solo una casa, sino una combinación de espacios en donde la iluminación, los muebles y una vista armónica que dote de libertad, paz e inspiración.
También en la lista se pueden ver espacios para el ocio, cocinas y baños con diseños diferentes y atrevidos. Una nueva forma de ver los hogares.
El interiorismo durante la pandemia no solo se volvió el cambiar el hogar, sino generar emociones, comodidad y mejorar el estilo de vida de quienes habitan un espacio.